¡Hola! Hoy te traigo una parte de la entrevista que me hizo Inés Moyano para su Podcast Nuestra Fertilidad, la segunda parte te la dejaré en otra entrada. Te he copiado el enlace de la entrevista por si la quieres escuchar.
Lo que te comparto aquí no es la transcripción de la entrevista, sino la preparación previa a la entrevista. Pero al final en vivo siempre la cosa cambia. Así que por eso es que no son completamente iguales, y en algunas cosas profundizo más aquí y en otras en el podcast. ¡Espero que disfrutes esta primera parte!
¿Quién es Ágata García?
Soy mitad catalana por parte de padre y mitad costarricense por parte de madre. Nací en Barcelona y a los 10 años me fui a vivir a Costa Rica con mi mamá y mi hermana, cuando mis padres se separaron.
Soy vegana hace más de 8 años, soy feminista antiespecista, soy parte de la comunidad LGTBIQ+, soy migrante, hija de inmigrante, nieta de exiliadas, y estoy casada con un inmigrante. Mi propia historia de vida me ha hecho desarrollar una gran empatía y sensibilidad, así que he tenido que aprender cómo vivir siendo una persona altamente empática, sin comprometer mi salud mental.
Soy psicóloga de la UCR, me formé en macrobiótica (ESMACA) y me he especializado en nutrición vegana. En mi carrera profesional soy psicóloga holística + consultora en nutrición energética vegana. Actualmente estoy cursando el máster de PNIE (PsicoNeuroInmunoEndocrinología).
¿Cómo introducirías Ekilibrio Integral a quien no lo conozca?
Ekilibrio Integral promueve el bienestar holístico de la persona, tanto a nivel emocional y mental, como físico y espiritual. Dependiendo de las necesidades individuales de cada persona empezamos por un área u otra, pero la idea es lograr equilibrar todas las áreas de la persona. Las principales herramientas que utilizo en consulta son:
-alimentación consciente
-nutrición natural y vegana
-terapia psicológica
-tapping, acupresión y estiramiento de meridianos
-desbloqueo de chakras
-diagnóstico oriental y macrobiótico
-PNIE
¿Qué te movió a hacer de Ekilibrio Integral más que pura psicología?
Fue un cambio gradual, muy personal y que se tenía que reflejar en mi proyecto. Cuando empecé a estudiar macrobiótica, que se basa en la filosofía oriental, recordé la interconectividad entre todos nuestros sistemas y con el resto de la naturaleza. Me ayudó a ubicar la psicología dentro de este paradigma holístico que ya tenía, pero al cual le faltaba una aplicación aún más práctica. Ekilibrio Integral nace cuando logro llevar a la práctica el abordaje holístico o integrativo de la salud mental, por medio de la alimentación y el trabajo energético.
Los problemas psicológicos no se pueden reducir solamente a experiencias de la infancia o desequilibrios neuroquímicos, sino que hay muchos otros factores socioculturales, económicos, de estilo de vida, de nutrición, que juegan un papel fundamental.
¿Cómo defines salud mental integral?
La salud mental integral considera a las personas como un todo. Va más allá de analizar experiencias traumáticas, desequilibrios químicos en el cerebro o historia de infancia y vida. Todo esto es muy importante, pero además también se toma en cuenta la alimentación, el estilo de vida (horarios de sueño, trabajo, ocio…) la salud del cuerpo energético, el historial médico, la salud física, la microbiota intestinal… La salud mental integral reconoce que hay muchos factores en juego en la salud mental, y aborda la psicología de una manera más amplia.
¿Cuál ha sido tu experiencia con la salud mental para la mujer?
En mi consulta trabajo con mujeres cis y trans. El abordaje y los temas de consulta son diferentes, pero Ekilibrio Integral es un espacio LGTBIQ+ seguro. En mi experiencia por lo que más me consultan o los temas más recurrentes que aparecen son: la ansiedad generalizada, la relación tóxica con la comida, baja autoestima, sobre exigencia y sentimientos de culpa, depresión.
Y a nivel físico por afecciones de la piel tipo rosácea, acné o sequedad, fatiga crónica, problemas digestivos, sobre peso… y las personas menstruantes también consultan bastante por menstruaciones irregulares o dolorosas y síndrome premenstrual.
Yo trabajo caso por caso porque no hay recetas mágicas que sirvan para todas. Pero dentro de lo que exploramos me centro bastante en la relación con el cuerpo, la comida, síntomas de ansiedad o depresión, la salud hormonal, porque son temas que de una u otra manera siempre acaban apareciendo en la consulta.
También la salud mental para la mujer cis tiene que abordarse tomando en cuenta el ciclo hormonal, la presencia de cándidas o infecciones recurrentes, alteraciones ginecológicas o cualquier otra relacionada con nuestros órganos sexuales… y en el caso de las mujeres trans hay que tomar en cuenta si están en tratamiento hormonal.
¿Cómo son tus consultas en salud mental integral?
Lo primero que hago es una anamnesis lo más detallada que puedo. Indago sobre la historia médica, hábitos de alimentación, estilo de vida, salud actual, etc… Siempre empiezo haciendo ajustes en la dieta, porque siempre hay áreas por mejorar en este aspecto. Con sólo cambiar la alimentación trabajamos muchos aspectos de la vida de la persona, incluida la salud mental. Así que es muy común que empiece por ahí.
Siempre doy pautas de alimentación, estilo de vida, y en paralelo trabajo la parte emocional con psicoterapia, técnicas de la psicología energética, humanista y transpersonal. Puedo recomendar también algún estiramiento específico para movilizar la energía en ciertos meridianos, el uso de la acupresión o tapping, hacer trabajo de chakras.
En la primera consulta para mí es muy importante escuchar el malestar con el que viene la persona, y yo voy haciendo un mapa mental de qué herramientas pueden ser mejores para esa persona. A partir de ahí decidimos juntes frecuencia de las sesiones, pero mi recomendación general es cada 7-15 días. Luego depende de cada caso.
Continuará…
En la próxima entrada hablaremos más concretamente de ansiedad y depresión. ¿Quieres saber más? Puedes escuchar el podcast completo aquí. Y pronto te dejaré la segunda parte de esta entrevista. Comenta, te leo 🙂
Con amor,
Ágata