Te quiero compartir una receta sencilla con pocos ingredientes, muy sana y alta en proteína. ¡Un omelette vegano! A ver, a ver… ya sé que no estoy descubriendo el agua tibia, y que probablemente ya habrás visto muchas variaciones de esta misma receta. Pero esta es mi versión, que espero te guste y te anime a dejar el consumo de huevos, si es que aún no lo has hecho. Pero antes te quiero hablar de un tema que suele generar controversia…
¿Crueldad en los huevos?
No es casual que esta receta se llame omelette cruelty free o sin crueldad. ¿Te has parado a pensar que comer huevo no es “cruelty free”? Muchas personas nunca se lo han cuestionado, porque después de todo, poner huevos es un proceso natural de las gallinas.
Por eso no me sorprendí mucho cuando tras compartir la foto de esta entrada en mis stories @ekilibrio.integral, recibí un DM de una persona vegetariana que me decía: “¿Libre de crueldad? Ni que a las gallinas les doliera sacar los huevos jaja.” Y me pareció un comentario muy interesante y apropiado, porque estoy segura que muchas personas piensan igual. Así que me gustaría compartir contigo lo que le respondí a mi amiga vegetariana, pero un poco más desarrollado
Lo primero es que tengo que estar de acuerdo en que a las gallinas no les duele poner huevos, hasta aquí todo bien. ¿Entonces dónde está la crueldad? Creo que no hace falta que te hable de las granjas industrializadas, porque me imagino que en eso estaremos de acuerdo en que hay crueldad. Así que voy a hablar exclusivamente de las “gallinas felices”, las de pastoreo, las que corren libres y comen muy bien, las de granja de pueblo o el vecino/a de al lado. Las de los huevos ecológicos.
Las gallinas de pastoreo
Las granjas existen porque los seres humanos se benefician de la cría de animales, ya sea para obtener carne, huevos o leche. En una granja de gallinas de pastoreo las gallinas tienen acceso al campo, ya sea de forma permanente o parcial. Y por lo tanto se conocen como granjas humanitarias, donde los animales son tratados de forma más respetuosa. Algunas de estas granjas también se aseguran de cuidar la alimentación y condiciones de estas gallinas para poder producir huevos ecológicos.
La cría de gallinas empezó hace unos 5400 años (1), y durante todo este tiempo nos hemos acostumbrado a ver a las gallinas como aquellos animales que nos dan huevos. Pero lo cierto es, que las gallinas solamente ponen huevos durante la etapa fértil de su vida. “Las gallinas pueden vivir una media de 8 años, pero solo pueden poner huevos de manera productiva durante los primeros 2 o 3.” (2)
La capitalización de la vida
En el sistema capitalista en el que vivimos, la vida tiene valor de acuerdo a su productividad. Por esto la industria se refiere a estas gallinas que ya no ponen huevos con tanta frecuencia como “gallinas gastadas”. ¿Y qué pasa con las gallinas cuando ya no son rentables para la granja? Son sacrificadas y usadas para alimentar otros animales o para generar subproductos de la industria cárnica.
Las granjas de pastoreo normalmente se encargan de matar a sus propias gallinas, los métodos más comunes que promueve la Humane Slaughter Association (3) son:
- aturdimiento eléctrico seguido por corte del cuello o dislocación del cuello
- arturdimiento por conmoción seguido por corte del cuello o dislocación del cuello
- dislocación de cuello
- matanza por gas
- Otros métodos
Actualmente se considera que la forma “más humana” de matar a estos animales consiste en gasearlos con CO2.2
En lo personal no creo que haya ninguna manera humanitaria de matar a un animal que esté sano y en perfectas condiciones, solamente bajo la premisa de que “ya no es productivo”.
Lamentablemente lo que sucede con la industria de los huevos es que no deja de ser una industria. Por familiar y pequeña que sea, es un negocio. Y cuando algo deja de ser rentable hay que deshacerse de ello, no importa que sea un animal al cual todavía le podrían quedar unos 5 años más de vida.
Un omelette sin sufrimiento y mucha cosa buena
Por todo esto es que me refiero al omelette vegano como “cruelty free” porque es un omelette en el cual no tienes que preocuparte de que haya ningún tipo de explotación o sufrimiento animal detrás.
Es sabroso y está lleno de proteínas. Según la BEDCA (Base de Datos Española de la Composición de Alimentos) y el ICNS (Instituto de Ciencias de Nutrición y Salud) tiene 19g de proteína por 100g de harina de garbanzos para ser excatas. Y sí, se trata de una proteína completa, su score es del 100 (o sea que contiene el 100% de los aminoácidos para formar proteína) y su biodisponibilidad es del 78%. (4) ¿nada mal verdad?
Otras propiedades de la harina de garbanzo (5) son:
- rica en fibra (mejora tu tránsito intestinal y microbiota)
- buena fuente de carbohidratos complejos (ideal para personas con problemas de azúcar)
- buena fuente de Magnesio, Potasio, Zinc, Selenio y vitaminas del grupo B (muy indicada para personas embarazadas, deportistas y adolescentes)
- es un detoxificante del hígado
- es rica en hierro y al contener vitamina C favorece su absorción (muy buena para personas propensas a padecer anemias)
Estas son sólo algunas de las bondades del garbanzo… ¿te animas a probarlo? Comparte conmigo en comentarios.
Con cariño,
Ágata
Bibliografía consultada
- https://www.foodunfolded.com/es/articulo/granjas-intensivas-la-historia-detras-de-tus-huevos
- https://www.huffingtonpost.es/2017/10/01/que-hacen-las-granjas-cuando-las-gallinas-son-demasiado-mayores-para-poner-huevos_a_23223193/
- https://www.hsa.org.uk/downloads/sacrificiopracticodeavesdecorral.pdf
- Curso de especialización en Nutrición Clínica Vegetariana y Vegana del Instituto de Ciencias de Nutrición y Salud – ICNS
- https://www.farmacia.bio/garbanzo/
Omelette cruelty free (vegano)
Notas
Puedes guardar la mezcla en la nevera 2-3 días o los omelette ya listos.
Ingredientes
- 1 taza de harina de garbanzo
- 1 taza de tofu sedoso (silky)
- sal kala namak (negra)
- pimienta blanca molida
- 1 y 1/2 cucharaditas de vinagre de manzana
- ajo y perejil secos (opcional)
- agua filtrada o mineral
- AOVE
Preparación
- En un bol mezcla la harina de garbanzo con el ajo y perejil secos, y sal negra y pimienta al gusto. Si no vas a usar tofu usa 2 tazas de harina en lugar de 1.
- En una batidora o picadora, bate el tofu hasta obtener una textura cremosa.
- Mezcla la crema de tofu con el vinagre de manzana y añádelo a la mezcla de ingredientes secos. Si no usas el tofu, salta al siguiente paso y añade el vinagre de manzana al final.
- Seguidamente añade agua poco a poco hasta lograr una consistencia líquida un poco espesa, como de huevo batido.
- Una vez tengas la mezcla lista puedes probarla y rectificar la sal.
- Calienta una sartén con un chorrito de AOVE y cuando esté caliente, con un cucharón pon una parte de la mezcla y espárcela si quieres tu omelette más finito.
- Cuando esté un poco dorado por los bordes y se haya secado la parte del medio (cambiará de color y saldrán unas burbujitas) le puedes dar la vuelta y esperar un minuto.
- ¡Ya tienes tu omelette listo! Rellénalo con aguacate, ensalada, queso vegano o lo que más te guste.